CSS: ¿Seguirá en cuidados intensivos?
Edmundo Dante Dolphy / La Verdad
Por arte de birlibirloque la Caja de Seguro Social no va a entrar en un proceso de metamorfosis en su administración ni en sus prestaciones médicas, gracias a la escogencia “científica” del nuevo director general.
El deterioro de la institución, el escepticismo ciudadano, la desconfianza y frustración de los pacientes y asegurados, sumado al estado de “cuidados intensivos” que paradójicamente padece, son los retos colosales que tendrá que superar Enrique Lau Cortés, quien en el papel ostenta los créditos para el cargo.
La selección mediante un método científico por parte de la empresa que se encargó del proceso en el caso particular del Administrador del Canal de Panamá, basado en une evaluación integral, calce con perfil y entrevista ampliada, no es determinante.
Son dos organizaciones diametralmente opuestas, la primera una obra de ingeniería cuyo negocio principal es el tránsito de buques, en la segunda transitan seres humanos, asegurados, pacientes que en el rostro se les dibuja la angustia de la muerte, caminan – los que aún pueden- en los pasillos del edificio de la avenida Transístmica, otros en sillas de ruedas avanzan lentamente al igual que los reos en los pabellones de la pena capital, por falta de atención, de medicamentos e insumos que alivien su malestar. Esa es la Caja de Seguro Social desde hace muchos años.
Conocerá la laureada empresa seleccionadora la idiosincrasia del panameño, conocerá la realidad de la institución de salud más importante del país? Se necesita a parte de la excelencia establecida en la hoja de vida, otros elementos de carácter humanista, sensibilidad social, transparencia, solvencia moral, compromiso de servir con calidad y calidez a cada uno de los asegurados y, sobre todo, evaporar el poder de los diputados en la gestión administrativa de la institución, legítimos responsables de su debacle.
La Caja de Seguro Social sangra, sufre de derrame cerebral, padece de presión alta, los riñones ya no le funcionan y su corazón ya quiere dejar de latir.
Si usted no está dispuesto a desarticular la estructura criminal enquistada en direcciones clave, en las que la corrupción es la regla y no la excepción, los negociados en la compra de medicamentos y equipos, personal de salud y de atención al asegurado que desprecian a la población asegurada, será uno más que llega a Clayton con un equipo de Directores Ejecutivos Nacionales ávidos por hacer negocios en detrimento de los que aportamos con nuestras cuotas al fortalecimiento de la entidad.
EL programa de Invalidez, Vejez y Muerte es otro de los problemas que le toca a la puerta y cuando la abra, los asegurados esperan que sea para defender los intereses de los trabajadores y no el de los turbios intereses de empresarios que promueven el aumento en la edad de la jubilación, cuando ellos mismos son responsables en parte de la crisis financiera de la institución al no pagar la cuota obrero-patronal.
Un doble discurso que desnuda el grado de podredumbre que los caracteriza.
Abrigamos la esperanza de que el: “No hay”, “regrese en ocho meses” -si no se ha muerto aún-“salones de operaciones cerrados por bacterias” y las largas filas de personas humildes que dependen de un servicio de salud público patético e indigno, desaparezcan sistemáticamente.
Que la frase: “Salud igual para todos” deje ser un slogan y se traduzca en una realidad.