Análisis de seguridad y defensa: daños colaterales de la guerra en Ucrania
Mayor. Felipe Camargo. A / Analista de seguridad y defensa
La invasión militar de Rusia a Ucrania es la primera gran guerra de inicios del siglo XXI. Putin empeñó el poder militar de la Federación Rusa que estaba envuelto de una gran fama, la que Rusia usa como su maquinaria de propaganda, para imponerse a occidente como guerra psicológica, pero otros han sido los resultados en el terreno y en el combate.
Ese mito del poder militar ruso se vino abajo; su gran ofensiva militar fue detenida y sus avances han sido limitados con grandes costos políticos, militares, diplomáticos y comerciales.
Desde una mala planificación política comiéndose su propia propaganda que el pueblo de Ucrania iba a recibirlos como libertadores, fallas logísticas, municiones y equipos anticuados, en pocos días varios generales muertos en combate, para los que no conocen de la vida militar estas bajas son sensibles en la tropa, afectan su moral combativa y aumentan su desconfianza en sus mandos superiores.
Tácticamente son golpes muy fuertes para las tropas rusas, al verse obligados a improvisar nuevos mandos en pleno combate, que tengan el conocimiento y liderazgo de los generales muertos.
Una de las consecuencias en geopolítica es el giro en el cambio de posición de Nicolás Maduro en Venezuela, que viendo la fragilidad del poder militar ruso y el aislamiento actual al que está sometido, decide entrar en negociaciones con los Estados Unidos para venderle petróleo a Occidente; esta acción geopolítica o maniobra audaz del Gobierno de los Estados Unidos que no es en función estrictamente militar, pero sí influye en la presión hacia Rusia que limita su aislamiento, demuestra que los aliados entre comillas que tenía Rusia en América Latina están dudando de que Rusia salga efectivamente triunfadora de esta guerra en Ucrania.
Decía mi general Omar Torrijos Herrera: “Hay que jalar la carreta con los bueyes que tenemos.” ¿Qué quiere decir esto? Que en el continente latinoamericano tenemos que buscar fórmulas novedosas para limitar, neutralizar a los aliados de Rusia en América Latina , esta maniobra geopolítica a iniciativa de los de la Casa Blanca es un paso en esa dirección para neutralizar esos aliados que ya no son incondicionales de Rusia en América Latina.
En ese mismo sentido de pensamiento, los efectos de la guerra en Ucrania van a tener un giro en las próximas elecciones en Colombia y en Brasil donde hasta antes de la guerra, la izquierda latinoamericana estaba en plena ofensiva política, pero ahora las condiciones del mundo han cambiado, esta nueva situación se refleja en los pueblos de América Latina influenciados por los partidos de izquierda, algunos dicen que no existían , pero que salieron a relucir al brindar su solidaridad a Rusia; cómo fue el caso del PRD en el que sus líderes en Panamá infiltrados en el Gobierno Nacional, esos Caviares aplicando técnicas de camaleones , han flotado cómo corchos en muchas administraciones, pero hoy saltaron para ponerse del lado de Rusia . Su corazoncito estuvo siempre en Moscú, están quedando aislados y esta situación va a afectar en la nueva correlación de fuerzas políticas en nuestras américas.
Decía mi General Omar Torrijos : “Ni con la izquierda ni con la derecha , con Panamá” . Eso es Torrijismo y ahora el PRD va a tomar partido y apoyar la invasión de Rusia a Ucrania. Es irracional.
Consecuencias directas de los aliados de Rusia en la región. Revisemos las últimas actuaciones de EEUU en el patio trasero, las conversaciones de EU con Venezuela, y la reapertura del consulado de EU en Cuba, en medio del conflicto ruso. Si estos dos países aliados de Rusia están hablando, negociando y llegando a acuerdos por debajo de la mesa, es un golpe estratégico para Rusia.
Las consecuencias se verán reflejadas en que la izquierda latinoamericana que venía hace varios años caminando a paso triunfal, entra en una fase de letargo y revisionismo. Foto: Efe