Camacho intenta sacar a los hijos de Martinelli del lío de coimas y acusa a fiscalía de presentar alegatos de barricada
Javier Collins Agnew
La Verdad Panamá
El abogado Luis Eduardo Camacho González, defensor de Kike y Rica, hijos del exmandatario Ricardo Martinelli Berrocal, intentó sacar a sus clientes del embrollo judicial, presentando argumentos jurídicos durante su alegato, aunque también lanzó ataques a la fiscalía a quien acusó de presentar una exposición de barricada.
Camacho presentó argumentos jurídicos, tratando de convencer a la jueza de que no hubo delito, pero un testimonio de André Rabello que forma parte del expediente señala que desde el momento en que Ricardo Martinelli Berrocal ganó las elecciones, enseguida se le acercaron Kike y Rica para ofrecerle sus servicios de intermediación y así agilizar pagos y adendas a favor de la constructora.
El abogado destacó el delito de soborno internacional existe en Panamá, por lo que sus clientes están siendo doblemente juzgados, lo que es una violación a la carta magna.
Destacó que desde el inicio a sus clientes se les ha vulnerado el derecho a defensa, beneficio que la fiscalía ha pisoteado. “No he visto proceso más abusivo en este país que el caso Odebrech y así quedó demostrado”, añadió.
Dijo que en este caso y conforme a los hechos no se ha configurado el soborno internacional y si se confirma, no puede haber delito de blanqueo de capitales, porque blanqueo capitales tiene un sistema de catálogo y debe especificarse con claridad.
Camacho sostuvo que si en Panamá no se hace justicia, entonces buscará la justicia fuera del país, presentando demandas internacionales.
“No hay manera alguna de que usted llame a juicio a Luis Enrique y a Ricardo Alberto Martinelli Linares, por el delito de blanqueo de capitales, tal cómo se lo ha pedido el Ministerio Público“, señaló.
La investigación por el caso Odebrecht en Panamá se abrió en 2015 pero fue archivada, luego reabierta en 2017 y culminó en octubre de 2018 con cerca de 80 imputados y un expediente que consta de 2,755 tomos con más de un millón de páginas.
El caso fue reabierto luego que Odebrecht confesó en Estados Unidos que había pagado millones en sobornos en una docena de países, por lo que fue multada con 2.600 millones de dólares.
Según las confesiones de la empresa, en Panamá se pagaron más de 55 millones de dólares en coimas o sobornos a funcionarios y particulares, entre ellos los hermanos Martinelli.