Expresiones

Congreso peruano reafirma respaldo a plan marroquí de autonomía en el Sahara

Redacción/La Verdad

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de Perú, Ernesto Bustamante, de visita oficial en Rabat, reafirmó su respaldo al plan del Reino de Marruecos de autonomía en las provincias del Sur que integran el Sahara marroquí.

“La plena soberanía de Marruecos sobre las provincias del Sur debe ser reconocida”, dijo Bustamante al término de una reunión con Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero. “La vía de la autonomía es la única solución viable” para resolver el diferendo regional sobre el Sahara marroquí, añadió el diputado peruano.

Bustamante llegó a Rabat al frente de una delegación del congreso de Perú en una visita para estrechar los vínculos entre los dos países.

La posición del congreso peruano es cónsona con la adoptada por la mayoría de parlamentos de América Latina y el Caribe que reconocen la legitimidad del reclamo de Marruecos y apoyan su iniciativa de conceder una amplia autonomía a las provincias del sur que integran el Sahara.

Ese respaldo tiene su origen en la Resolución 1754 del Consejo de Seguridad de Organización de las Naciones Unidas (ONU), adoptada en abril del 2007. Dicha resolución, apoyada por unanimidad, calificó como “seria y creíble” la iniciativa de autonomía para el Sahara, presentada en esa oportunidad por Marruecos.

Desde entonces y hasta la Resolución 2602 del 29 de octubre pasado, 18 pronunciamientos oficiales del Consejo de Seguridad han respaldado la propuesta autonómica marroquí para el Sahara. En ninguna de esas declaraciones se ha incluido el llamado referendo de autodeterminación, que promueve el grupo separatista frente Polisario, por su inviabilidad y el rechazo de los habitantes autóctonos del Sahara marroquí.

Al mismo tiempo, la resolución de octubre pasado del máximo órgano de la ONU, dejó abiertas otras opciones para expresar esa “libre determinación”. Por ejemplo, la participación de la población en elecciones políticas libres como las realizadas en las provincias del Sáhara en septiembre pasado para escoger sus autoridades locales.

En las últimas semanas naciones del Golfo Pérsico y de Europa han aplaudido la propuesta de un estatuto de autonomía para las provincias del Sahara marroquí.

El Estado de Catar, recibió con beneplácito la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU respecto al Sahara y hace unas semanas reiteró, como lo ha hecho desde el 2007, el pleno apoyo a la iniciativa de autonomía propuesta por Rabat para sus provincias del sur.

En una declaración oficial, suscrita por el primer ministro de Catar, Cheikh Jalid bin Jalifa Al-Thani, y el jefe del gobierno marroquí, Azis Akhannouch, Doha afirmó que “cualquier solución solo puede contemplarse en el marco de la soberanía, la integridad territorial y la unidad nacional de Marruecos”.

Antes de ese pronunciamiento, en enero pasado, el presidente de la República Federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, había escrito al rey Mohamed VI respaldando la propuesta marroquí de una autonomía para el Sahara como ”una buena base” para resolver el conflicto.

Pocos días después, el nuevo gobierno alemán del socialista Olaf Scholz, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que “en 2007, Marruecos hizo una importante contribución a esta solución al presentar un plan de autonomía”.

En ese contexto debe considerarse el reconocimiento de Estados Unidos a la soberanía marroquí sobre el Sahara, la llegada de Israel al escenario norafricano tras el establecimiento de relaciones diplomáticas con Rabat y la apertura de una docena de consulados de países africanos y del Golfo Pérsico en las ciudades de El Aaiún y Dajla, en el Sahara marroquí.

Analistas internacionales consideran que cada vez hay mayor coincidencia en la comunidad internacional de que el diferendo del Sahara requiere ser tratado bajo la soberanía marroquí y sobre la base de la propuesta autonómica para sus provincias del sur.

Para el Reino de Marruecos, la unidad territorial no es solo una cuestión de fronteras. Es parte integrante de la identidad del pueblo marroquí y símbolo de la soberanía nacional que en modo alguno puede ser objeto de regateo, chantaje ni negociación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *