Actividad criminal preocupa, ¿Panamá inseguro?
Edmundo Dante Dolphy / La Verdad
El flagelo de la delincuencia, en sus estilos más aberrantes y macabros sigilosamente se viene apoderando de la sociedad panameña que exige a gritos, acciones contundentes de parte de los organismos de seguridad.
Los asesinatos atroces ya no impresionan al ciudadano panameño que, hasta cierto punto ha perdido la sensibilidad ante tanta violencia, con estilos importados de organizaciones criminales procedentes de México, Colombia, Guatemala y El Salvador.
No basta con las declaraciones de un ministro de Seguridad que intenta neutralizar a una opinión pública, utilizando estadísticas frías de una eventual reducción de las actividades delictivas, cuando la percepción ciudadana es totalmente opuesta.
La Verdad entrevistó al licenciado Severino Mejía, mayor retirado, ex viceministro de Gobierno y Justicia y también especialista en criminología y seguridad. A su criterio, falta mucho para devolverle la paz y tranquilidad a los ciudadanos.
El crimen transnacional (Cartel de Sinaloa y grupos narcotraficantes colombianos) han establecido una alianza con las pandillas locales para que les den soporte de custodia y protección de los cargamentos de drogas, cuyo destino final es el mercado de Estados Unidos, manifestó el licenciado Mejía.
Sostiene que en Panamá, como se ha querido señalar, no existen organizaciones criminales de avanzada, independientes y con trenes logísticos propios que le permitan valerse por sí mismos para trasegar drogas fuera de las fronteras nacionales. Por ahora, remarcó.
Influencia del Cartel de Sinaloa
Ya han sido varios los golpes a poderosos carteles del narcotráfico como el que lideró Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada, del cártel de Sinaloa; no obstante, paradójicamente se procede con el decomiso de los cargamentos pero casi nunca aprehenden a los capos y jefes de estas organizaciones criminales, aseguró una fuente vinculada a servicios de inteligencia.
En uno de estos operativos se logró en su momento la desarticulación de una banda de narcos del cártel de Sinaloa vinculada a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Resultado: Decomiso de tres toneladas de cocaína, más de una tonelada de marihuana y la detención de 59 personas.
En este operativo que duró 14 meses colaboraron estamentos de México, Colombia, Costa Rica y Guatemala. Este grupo de criminales utilizaba a Panamá como centro de acopio y de embalaje de la droga que luego tenía como destino México y finalmente Estados Unidos.
Cárteles de drogas penetran nuestras instituciones
La Verdad contactó a Álvaro Menéndez, licenciado en Criminalística, quien manifiesta que la influencia de los carteles no solamente el de Sinaloa, es grande en nuestro país por ello la lucha en contra de la criminalidad se hace difícil para los estamentos de seguridad del estado. El crimen organizado compuesto por sujetos extranjeros y nacionales que pertenecen a dichos carteles, ha hecho que el teatro de operaciones de la lucha entre carteles se haya trasladado a nuestras calles. El poder económico de estos grupos delincuenciales es grande, la conspiración interna enquistada dentro de los organismos de seguridad del estado es enorme. “Los últimos asesinatos que se han dado en Panamá son producto del accionar de dicho cartel, incluso se habla tras bambalinas, que este cartel tiene muchas ramificaciones incluso en instituciones de justicia lo cual hace muy difícil poder luchar en contra de esto”, sostiene el también asesor y consultor de seguridad. Ellos se dedican a reclutar a menores de edad del patio para llevar a cabo sus actos ilícitos de cobrar con la vida lo que otros carteles les roban a este, es decir; la mercancía ilícita que debe ser asegurada para que llegue vía marítima o terrestre a su destino EL NORTE.
Calor Calor y Bagdad conectadas con cárteles
Menéndez opina que solo existen dos grandes bandas en Panamá; Calor Calor y Bagdad, éstas han absorbido a las pequeñas bandas que han quedado sin cabecillas y ofrecen su accionar delictivo a los carteles que requieren de estos para llevar a cabo sus fechorías, estas bandas se están matando entre ellas pues tienen muy definido sus territorios de accionamiento y mediante esto aseguran sus feudos para ofrecerles al cartel de Sinaloa u otro la seguridad de las rutas y la venta de su producto en las calles de Panamá.
Si observamos el área de Paso Canoas se ha convertido en un teatro de guerra pues por lo regular se detiene a sujetos que se refugian en Costa Rca por sus actos delincuenciales en nuestro país. Estas bandas se han globalizado si se quiere y poseen contactos con las Maras e incluso, se habla con la guerrilla colombiana para subir la mercancía ilícita utilizando para ello los barrios y corregimientos como provincias de Panamá, con el único propósito de mantener hegemonía para seguir viviendo a costa del delito.
Las autoridades continúan enfrentando con relativo éxito la lucha contra los narcos. Según el Ministro de Seguridad Pública, Rodolfo Aguilera, se decomisaron 30 toneladas en el segundo semestre del año 2014 y en el 2015 se calcula que el decomiso alcance las 50 toneladas de estupefacientes.
- Ausencia de inteligencia
La Verdad siguió indagando con un especialista en materia de narcotráfico, dedicado también al tema de la seguridad, concluyendo que estamos aún muy por debajo de lo que realmente se necesita para neutralizar las organizaciones criminales.
“ Falta inteligencia y capacitación en la recolección de pruebas en casos de narcotráfico. Las drogas cuando son embarcadas tienen varios destinos, porque son “vueltas” de distintos socios, por lo tanto hay que saber cómo penetrar y llegar a la cabeza de cada organización”, afirmó la fuente.
Esta ausencia de inteligencia se extiende a las fiscalías y a la policía. Resulta inadmisible que se decomise un cargamento, pero con suerte solo capturan a los marineros, quedando la estructura criminal intacta.
Señala que antes era un mito recabar información en el Tribunal Electoral y en el Registro Público, de donde salen elementos probatorios sumamente importantes para montar un expediente sólido con altas probabilidades de condena.
¿Barrios realmente seguros?
En cuanto al tema de la criminalidad doméstica, el escenario no es nada halagador, indistintamente de los esfuerzos y estrategias del Gobierno, a través del Ministerio de Seguridad y su caballito de batalla; “Barrios seguros”.
Para el especialista en Criminología, Severino Mejía, este programa de subsidios y trabajo no resuelve la conducta antisocial del pandillero que se requiere redimir. Resocializar a un delincuente conlleva un tratamiento integral de actores ligados a la salud, ya que la violencia e inseguridad es un problema de salud pública; es decir, la creación de una fuerza interdisciplinaria que incluye la participación de sociólogos, criminólogos, epidemiólogos, psicólogos y médicos especialistas. (Lágrima). Pero recuerda que se mantiene en el cuerpo del texto igual.
“El esfuerzo no debe ser orientado a lo material sino a su mente. Resocializar a un privado es ir en retrospectiva al punto inicial de su carrera criminal y ser reorientado a conductas de respeto a la ley. Dentro de esto, la educación es fundamental para su transformación. Aquí juega un papel especial la Iglesia católica y evangélica”, expresó el entrevistado.
Datos del Ministerio de Seguridad informan que 3 mil jóvenes han ingresado al programa “Barrios Seguros”, quienes están siendo capacitados y serán insertados en el mercado laboral.
Espiral de violencia se mantiene
El ex viceministro de Gobierno y Justicia reconoce que han bajado los homicidios, pero no así el resto de los delitos comunes que impactan en la sociedad, a saber; hurto, robo a mano armada, violencia doméstica, violación carnal, entre otras figuras delictivas. La violencia hoy día es mucho mayor y con más saña que años atrás. Las estadísticas solo dan datos para toma de decisiones que le deben ser útiles a la operatividad de la Policía Nacional.
Esta situación cíclica es producto de una ausencia de una política pública que a mediano y largo plazo debe ir en dirección de estabilizar las cifras que reflejan las estadísticas, agregó Severino Mejía.
La Policía sola no puede
Mejía, también egresado de la escuela naval militar de México, piensa que sobre la policía nacional se ha recargado la gestión de seguridad, cuando el combate contra la delincuencia exige un esfuerzo integral del Estado. Se requiere una política pública, sostenible, permanente, flexible y aprobada mediante ley de la República, afirmó Severino Mejía.
Mientras tanto, la ciudadanía vive en un pleno estado de indefensión sin que las autoridades le tomen la medida a estas bandas criminales