América Latina, el Continente desigual
Por: Ashley Powell
Hablemos de desigualdad, palabra que describe la división entre los privilegiados y los que tienen que luchar por sus oportunidades, y luchar por oportunidades no es una condena, pero causa desagrado cuando se supone que todo ser humano cuenta con los mismos derechos que deben cumplirse sin importar sexo, raza ni estatus social.
Los objetivos de desarrollo sostenible nos hablan de que se debe garantizar una educación inclusiva, equitativa, de calidad y promover oportunidades de aprendizaje, además, promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, puntos clave para el desarrollo socioeconómico de un país y la base de lo que necesitamos para erradicar la ignorancia y con esto arrasar con la pobreza
Bernardo Kliksberg en su libro retos éticos post pandemia resalta que América Latina es el continente más desigual. Pero no conocíamos el nivel de desigualdad hasta que llego la pandemia y se hicieron notar de manera más pronunciada las necesidades de las diferentes clases sociales porque como dijo el secretario de la ONU Antonio Guterres: “No estamos en el mismo bote”. En Panamá hemos ido descubriendo los cruceros en los que viven cierto sector, mientras que el resto trata de nadar con un solo remo.
La era digital ha sido el aliado de la juventud para filtrar información inquietante que reafirma la desigualdad con la que vive el país, y que como consecuencia ha creado una época de jóvenes hambrientos por la verdad y la justicia capaces de exponer sus historias al descubrir tanta parcialidad.
Existen miles de víctimas del sistema desigual casos de jóvenes con ganas de ejercer carreras las cuales su economía no puede cargar, familias que apuestan a la educación de sus hijos pero que hasta cierto punto pueden costearla, jóvenes que trabajan y estudian para poder avanzar en su crecimiento profesional, cada una de estas historias valiosa e inspiradora.
Que pasaría si en vez de regalar auxilios económicos por “palancas” se reubicara el dinero para desaparecer las escuelas ranchos y construir escuelas dignas, ¿Cómo funcionan los filtros para solicitar apoyo educativo, si el apellido les suena ya tiene su futuro pagado?
Estamos experimentando la desigualdad en su máximo esplendor desde hace buen tiempo, donde se violan los derechos más fundamentales para el avance de un país, la educación, pieza irremplazable para salir de la pobreza, ¿por qué creen que estos auxilios costean la educación de los hijos y familia de muchos diputados y dirigentes? ellos están conscientes del poder que tiene el conocimiento y la preparación.
Jóvenes Panameños no se desanimen, sigan trabajando y preparándose que en sus historias ustedes son los protagonistas gracias a sus propios méritos, no el resultado de una “palanca”, un privilegio o un apellido.
Además, no piensen solo en ustedes, entendemos que no podemos llegar a ser como los países nórdicos de la noche a la mañana, llenos de igualdad, oportunidades y bajas tasas de criminalidad, pero cada pequeña acción cuenta, aprendamos que la responsabilidad social no solo se vive en las empresas que trabajamos o queremos llegar a trabajar, más bien empieza desde la acción personal.
Sean parte de voluntariados, apoyen a la educación de otros, busquen soluciones mediante sus dotes y talentos, aprendan a influir positivamente en los demás; la era digital es nuestra gran aliada y tienen la oportunidad de inspirar, sus historias cuentan , no se callen sus paramos, den a conocer lo que han enfrentado para quitarle la máscara a muchos privilegiados, no por lastima, más bien para hacerle ver al mundo quienes realmente merecen los futuros puestos gubernamentales, pasaron por el camino largo y estrecho, y desean ayudar efectivamente a Panamá porque caminaron con los zapatos del pueblo y conocen la verdaderas necesidades.