El Dato

El Dato 6 Enero 2016

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La  carta  del Loco

Muchos se preguntan quién fue  el  que le  escribió la  carta  del Loco  a  Juan. De  seguro  que no fue  Camacho ni  Alma y mucho menos  él mismo. Dicen que  tiene un estilo  a lo  del  Griego  del Metro Bus.

Jueces con culillo

Por  los tribunales de justicia hay  muchos jueces  con culillo, porque el “ejecutor” que repitió en el Palacio Gil Ponce tiene  la línea de torcer resoluciones que respeten el debido proceso. El imperio  del derecho sigue derrumbándose.

Matraqueo se  dio  en la Asamblea

Le  contaron  a Josefa  que  la reelección  de José  Ayú, como  presidente de la  Corte de  Injusticias  se matraqueó  en la  casa  de  Justo Arosemena. Un hermanito con poder se  encargó  del asunto.

Reyes  magos  no  vienen

Le  informaron  a la  Tía Josefa  que Melchor, Gaspar  y Baltazar  mandaron un correo electrónico en el que  señalan que  debido a la inseguridad  reinante en Panamá, este año  no podrán venir. Díganselo  a “Numeritos”  Aguilera a ver que piensa.

Deserción  se mantiene

Si  la deserción se mantiene  y en porcentajes  por encima de lo  normal, según uno de los   viceministros  de  Educación, entonces  para  qué sirve  la beca universal y  demás hierbas aromáticas? Millones  de dólares  que se pierden  y la educación cada  día peor.

Le  gustan los chocolates

En Aduanas del aeropuerto de Tocumen, uno de esos hambrientos le pregunta a un pasajero de llegada que si lo que lleva son chocolates, el pasajero le dice que sí y rápidamente le contesta que a la jefa de turno le gustan los chocolates. Finalmente le responde: Dígale   a su jefa que los compré allá. Dan pena!

IDAAN de Las  Tablas

Le  piden a  Josefa  que  averigüe  por qué  algunas  jefas de  departamento se van a  la hora  que  le viene  en ganas, se  toman  hasta  dos horas  de  almuerzo y  se  van  de compras. Fredy, pilas  con  este robo  al  Estado. Al menos que   esté dando  frutos  un nuevo  padrino que  ya no es el  Gerente Comercial  Nacional. ¿Quién será?

Heredan  los puestos

Nos soplaron  que  en la  misma entidad  donde gota a  gota  el agua  se agota, existe  una  casta  hereditaria. Algunos que se  jubilan  le dan en herencia su puesto a un  hijo, yerna  o pariente, aunque no tenga nada  de  capacidad. Ya saben por qué esa entidad no  sirve.

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