Enfoque Global

El Golpe de Estado a los gobiernos democráticos en América Latina

INFORME RED : El presidente constitucional de Bolivia continúa siendo Evo Morales. El presidente constitucional Evo Morales ha sido depuesto por un plan golpista cívico – militar ejecutado por el Departamento de Estado de EU, el gobierno de Donald Trump y sus aliados en la región hemisférica.

La integridad física del  presidente constitucional Evo Morales y de los miembros del gabinete de su gobierno está en juego. La sonada golpista tuvo unas características sociopolíticas inusitadas en cuanto al carácter híbrido utilizado para ejecutar la operación cívico militar que depuso al presidente Evo Morales. Evo Morales firmó el Acuerdo de Ayuda y transferencia militar TIARR con los Estados Unidos.

Ese acuerdo militar facilita las operaciones de inteligencia del Comando Sur de los EU en América Latina y el Caribe. Evo Morales ganó ampliamente las elecciones presidenciales de Bolivia por más de 10 puntos al opositor golpista Carlos Mesa. La oposición boliviana no aceptó la transmisión de data que daba ganador al presidente Evo Morales quien asistía a su cuarto mandato tras una polémica decisión en el Tribunal Constitucional que le habilitó. La derecha oligarca de Santa Cruz foco de resistencia golpista de la oposición política boliviana actuó en conjunto con el Comando Sur de los EU, agentes encubiertos de la Embajada norteamericana en La Paz, reductos de los colectivos indígenas, medios de comunicación y la empresa del gran capital.

En Bolivia se violaron todos los preceptos constitucionales y el estado de derecho. Esas acciones políticas responden al avance en la región de gobiernos progresistas cuyas características principales sostienen la defensa de los recursos naturales, constitucionalismo popular de asambleas comunitarias, nacionalización de los hidro carburos y participación democrática.

Luego de las resonantes victorias electorales de Alejandro Fernández y Cristina Fernández de Kitcher en Argentina y de las municipales ganadas por el partido FARC en Colombia así como el avance de las fuerzas sociales y políticas representantes de la oposición haitiana Washington no se hizo esperar y ejecutó junto a los gobiernos aliados en la región el golpe de estado que depuso al presidente Evo Morales. Si observamos la situación geopolitica en Chile, Ecuador, Honduras y Puerto Rico es natural comprender lo que está sucediendo en los centros de inteligencia del Pentágono de los EU. Miles de lideres sociales asesinados, la quema de la Amazonia, la presencia de Rusia, China e Irán en la región, el nuevo polo Caracas – Buenos Aires, la inestabilidad geopolítica en el Caribe , el boicot de la derecha colombiana a los acuerdos de paz FARC- Colombia, la permanente hostilidad de Luis Almagro secretario general de la OEA contra los gobiernos de la región, la expulsión de diplomáticos de Venezuela en San Salvador, los aprestos golpistas de la narco política en México,  la desinflada campaña electoral de Donald Trump y el juicio político de los demócratas son factores que  impulsan la figura del golpe de estado en el Hemisferio.

El presidente constitucional de Bolivia continúa siendo Evo Morales y al igual que Lula regresará a dirigir los destinos del país andino. La judicialización de los políticos de izquierdas, la criminalización de los partidos políticos, la manipulación de los medios de comunicación, las falsas noticias, el proceso de radicalización ideológica de las clases medias, el Lawfare muestra los colmillos de un nuevo Plan Condor. La justificación del golpe de estado y la versión del fraude electoral no son más que parte de la coartada política de los usurpadores de la legitimidad constitucional del gobierno del presidente Evo Morales.

No pasará mucho tiempo para que se haga justicia a un presidente que prefirió sacrificar su derecho a ver a su país envuelto en un derramamiento de sangre. En Chile , Piñera ordena a carabineros fusilar civiles que salen a las calles a protestar por las privatizaciones a la seguridad social , educación y salud pública y los medios de comunicación al servicio de las grandes empresas callan. En Haití durante los últimos 4 meses se reportan 42 muertos y daños a la propiedad pública y privada.

En Honduras el gobierno de Juan Manuel Hernandez es el resultado de un fraude electoral con vínculos con el narcotráfico internacional pero la comunidad internacional, la OEA y ONU se hacen de la vista gorda. El hemisferio occidental está en un proceso de guerra hibrida de cuarta generación.  Estamos emboscados por las multinacionales avanzando hacia una nueva revolución ciudadana de corte progresista. Por eso la derecha le dio el golpe a Evo Morales.

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