Enfoque Global

El Reino de Marruecos celebra el 65° aniversario de su Independencia

Este miércoles 18 de noviembre, el Reino de Marruecos celebró, con alegría y orgullo, el 65° aniversario de la fiesta de la Independencia. Esta fecha, el 18 de noviembre de 1955, marca el inicio del proceso de finalización de la recuperación de la integridad territorial marroquí.

A finales del siglo XIX, las grandes potencias europeas inician su expansión colonial hacia los países de Asia y África. Marruecos, que beneficia de una situación geográfica excepcional, no ha escapado a este fenómeno. Ubicado en el cruce del Mar Mediterráneo y del Océano Atlántico (Estrecho de Gibraltar),  y a 14 kilómetros de España, el Reino ha sido objeto de la codicia por parte de estas potencias coloniales, entre las cuales Francia y España.

Los inicios del protectorado

Francia quiere desarrollar su presencia en el Norte de África, ya que está presente en Argelia (país vecino de Marruecos) y Túnez (otro país de África del Norte). España, por su cercanía geográfica y por su presencia en el Sahara (ubicado en el sur del Reino) reivindica también a Marruecos.

La Conferencia Internacional de Algeciras (1906), y luego el Tratado de Fez (1912) colocan al Reino bajo el protectorado de las potencias europeas. Estos acuerdos dividen el territorio marroquí en tres zonas de influencia colonial:

  • el protectorado francés en el centro del Reino
  • el protectorado español en el norte y al sur (hasta el Sahara)
  • la ciudad de Tánger, ubicada en el extremo norte de Marruecos, recibe un tratamiento especial, convirtiéndose en una ciudad con estatuto internacional, bajo la administración conjunta de 12 potencias extranjeras.

Durante cerca de medio siglo, Marruecos quedará bajo este protectorado, establecido como un régimen de tutela ejercido por Francia y España, con el mantenimiento del Rey Mohammed V en el Trono.

 La organización de la resistencia

Sin embargo, la ruptura del pacto entre la monarquía y el pueblo marroquí por una parte, y las fuerzas coloniales por otra parte, genera protestas nacionalistas marroquíes por la independencia.

El 11 de enero de 1944, los nacionalistas marroquíes entregan a las autoridades del protectorado el Manifiesto de la Independencia, firmado por 67 miembros del Movimiento Nacional y resultado de un trabajo conjunto entre el Palacio Real y el Movimiento. Este manifiesto constituye un mensaje fuerte e inequívoco, del rechazo total de los marroquíes a seguir viviendo bajo tutela extranjera. En materia de política interna, el manifiesto insiste en la implementación de una democracia.

En 1947, el Rey Mohammed V pronuncia el famoso “Discurso de Tánger” que marca una ruptura en la historia del Marruecos colonial. El monarca reafirma la unidad de las tres zonas marroquíes (la zona bajo tutela francesa, la zona bajo tutela española y Tánger, ciudad con estatuto internacional) y exige la independencia de Marruecos.

A raíz de las protestas y reivindicaciones nacionalistas del Rey y del pueblo marroquíes, las autoridades francesas mandan al Rey Mohammed V junto con su familia al exilio, primero a Córcega en 1953, y luego a Madagascar.

El regreso triunfal del Rey Mohammed V

El exilio del monarca no hace más que acrecentar las protestas. La población marroquí reacciona, defendiendo a su Rey y exigiendo respeto de los símbolos de la Nación, cuyo pilar es la Monarquía. Durante dos años, Marruecos vive al ritmo de los actos de resistencia, las manifestaciones y las huelgas por parte de los nacionalistas. Las autoridades del protectorado se ven obligadas a constatar el fracaso de su intento de limitar el ardor de las protestas y a confesarse derrotadas. No tienen otra opción que permitir el regreso del Rey Mohammed V a Marruecos.

El 18 de noviembre de 1955, el Rey regresa triunfalmente a su país, donde millones de marroquíes lo aclaman. “Nos alegramos de poder anunciar el fin del régimen de tutela y del protectorado y el advenimiento de la libertad y de la independencia” declara el Rey Mohammed V, considerado como artífice del movimiento de Independencia, Libertador y Padre de la Nación.

Después de la salida de las autoridades francesas y de las autoridades españolas del centro y del norte de Marruecos, quedan diferentes partes del territorio bajo tutela española. Poquito a poco, Marruecos va recobrando su integridad territorial: Tarfaya (1958) y Sidi Ifni (1969). Por consideraciones político-militares, el régimen español de aquella época ha diferido las negociaciones, quedándose en el Sahara hasta 1975, cuando los marroquíes emprenden la pacífica Marcha Verde, que finaliza el proceso de recuperación de la integridad territorial.

La epopeya de la lucha del Reino de Marruecos por su independencia revela la simbiosis perfecta y los lazos inquebrantables que existen entre los marroquíes y el Trono Alauita. La independencia abrió el camino a la edificación de un Marruecos unido, democrático e independiente. Los vínculos seculares de comunión y de armonía entre el Trono Alauita y el pueblo, no cesan de afirmarse hoy en día bajo el reinado de SM el Rey Mohammed VI. “Al celebrar, como es costumbre, este glorioso aniversario con orgullo y alegría, el pueblo marroquí corrobora su convicción irrefutable de adhesión total y de apoyo irrestricto a los esfuerzos desplegados para preservar la integridad nacional del Reino, y consolidar su posición singular como país promotor de paz y de estabilidad en la región.”

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