Hasta luego hermano y amigo Piñango…
Por Valerio Abrego Jiménez
Recibí este video como homenaje póstumo a Piñango del amigo Alfredo Prieto, y me tomo la libertad de compartirlo por este medio.
Mil cosas y anécdotas pudiera decir y contar de mi hermano y amigo Felix Piñango, quiero sencillamente aprovechar el espacio para escribir algunas líneas y decir que me sorprendió su partida, en verdad inesperada, lo había visto recientemente saliendo de una diligencia por plaza Edison.
Como siempre un saludo jovial y saber cómo estaba y qué hacía y la invitación franca para que lo visitara en su oficina o cubículo en la sede de Plus y Sol en Tumba Muerto.
Quedé de visitarlo y, los propios enredos que tengo, no llegué a esa visita que al parecer iba a ser la última y no lo fue…
Felix, prepara ese cubículo allá en el cielo y una silla bonita y agradable como siempre, tendremos esa conversación pendiente cuando Dios me llame y nos permita el diálogo universal…
“El Monstruo Piñango”, como se le conocía por su versatilidad en la narración y cobertura de prácticamente cualquier género deportivo, era un verdadero artista y profesional de la comunicación. Alguien me dijo de Felix, él es capaz de narrar magistralmente una “competencia de Jacks”, y lo creo, era el mejor.
Siempre alegre, motivador, chistoso, caballeroso, brillante y orgulloso, como me decía “de la raza”…
Un amigo a carta cabal y un hombre sencillo que siempre estaba dispuesto a conversar y compartir las mil y un anécdotas que tenía en su haber.
Cuando supo que yo tocaba la harmónica y que podía tocar varias piezas típicas, baladas e instrumentales, eso para él fue impresionante, y cada vez que nos encontrábamos con amigos siempre se refería a esa habilidad de hacer música con mi harmónica.
Es más, la Universidad de Panamá hizo hace años un concurso de harmónica en el Paraninfo Universitario, cuando él supo que yo iba a participar, me llamó para decirme que iría a hacerme barra. Efectivo, cuando entré al Paraninfo esa noche, allí estaba Felix Piñango en primera fila, amigo de verdad, canceló compromisos que tenía esa noche para ir a apoyarme.
Concluyo que esa noche el concurso de harmónica fue tan reñido, 16 extraordinarios exponentes de este instrumento se lucieron esa noche, cualquiera podía ganar, el jurado que también lo integraba el “Mechi Blanco” Ulpiano Vergara, se demoró un mundo para deliberar, el tiempo de espera para saber los ganadores lo sufrió más Felix Piñango que yo…sin mentir, creo que le faltaron cutículas esa noche de tanto nerviosismo para saber el dictamen del jurado…
Finalmente, la decisión llegó, y Felix Piñango celebró como un hermano, un gran amigo, con gran voz y aplausos, que mi interpretación de “Compañera Soledad”, de Dorindo Cárdenas, composición de Amable Mabín Moreno, fuera premiada con el Segundo Lugar.
Fue una noche mágica, como mágica y especial fue siempre la amistad de Felix Piñango, un hombre luchador y soñador por excelencia.
Hasta luego hermano y amigo, el deporte panameño está de luto, pierde a una de sus mejores voces, a ti Felix, “adelante en los estudios desde lo más alto del cielo…” saludos y paz a tu alma, it was great to have you as my friend