Enfoque Global

La violencia continúa en Nicaragua

A pocas horas de que venza el plazo dado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua para el cese de la violencia y el inicio del diálogo, los enfrentamientos continuaron este fin de semana en el país centroamericano.

Los incidentes más graves se registraron este sábado en la ciudad de Masaya, en el oeste de Nicaragua, donde, según los medios locales, grupos de manifestantes y policías antimotines se enfrentaron en la zona del mercado de artesanías.

El presidente Daniel Ortega llamó a la calma a los habitantes de Masaya en un breve mensaje.

Nicaragua lleva sumida en una ola de protestas desde que el gobierno anunció el pasado mes de abril la reforma del sistema público de pensiones, reduciendo las prestaciones y aumentando las aportaciones de los trabajadores en activo.

Pese a que tras la contestación inicial el gobierno sandinista de Ortega dio marcha atrás, las manifestaciones e incidentes no se han detenido.

Los manifestantes exigen que Daniel Ortega abandone el poder.

Desde que comenzó la crisis, 47 personas han muerto en Nicaragua, según los datos del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), aunque otras fuentes elevan esa cifra.

La Conferencia Episcopal aceptó el encargo del Gobierno de mediar en un proceso de diálogo nacional para restaurar el clima de convivencia en el país, pero los choques entre las fuerzas del orden y los manifestantes persisten.

El episcopado de Nicaragua pidió también garantías para el inicio de ese diálogo: el cese de la violencia, el respeto al derecho de reunión de los manifestantes y que se autorice el acceso al país a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que investiguen las muertes que se produjeron hasta el momento.

“Estamos de acuerdo en trabajar cada uno de los puntos allí planteados”, señaló Ortega en una carta enviada a los obispos.

La institución eclesiástica dijo que esperaba una respuesta del gobierno el lunes 14 de mayo como muy tarde.

El ejército no reprimirá

Mientras la violencia continuaba en las calles, el Ejército desmintió haber tomado parte en la represión de las protestas y anunció a través de su portavoz, el coronel Manuel Guevara, que no actuará contra los manifestantes.

Guevara dijo a AFP que los uniformados creen que “el diálogo es la solución” y aseguró que el papel de las fuerzas armadas se limita a “proteger objetivos vitales para el funcionamiento del país”.

Algunos de los manifestantes y usuarios de redes sociales acusaron a grupos armados afines al gobierno de disparar contra quienes protestaban contra Ortega. El Ejecutivo dijo respetar el derecho de quienes protestan pacíficamente e hizo un llamamiento a que cese la violencia.

La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas informó este viernes de que había solicitado permiso a las autoridades nicaragüenses para investigar las muertes de manifestantes.

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