Expresiones

¿Porque nos conviene una constituyente?

Por Carlos Rubio / Abogado y ex Ministro de Estado

Con unas reformas constitucionales destinadas al fracaso, al estar carentes de liderazgo político, consenso o debate, cuyo contenido o propuestas no gozan ni gozarán del respaldo del pueblo panameño, reitero que la vía para reformar la Carta Magna es a través de una constituyente paralela, y debe convocarse lo antes posible.

El cambio constituyente es inminente toda vez que nuestra ley fundamental, originalmente aprobada en 1972, no está respondiendo como un sistema de pesos y contra pesos democráticos, existe bajo nivel de institucionalidad y un profundo descrédito y disfuncionalidad de la clase política, principalmente dentro de los tres órganos del Estado.

¿Qué cosas sí puede llevar a solucionar una constituyente? Principalmente conseguir los pesos y contrapesos necesarios en un Estado moderno que frene el abuso de poder ya sea con instituciones de control o de sanción. En este debate está la elección a medio término de autoridades, la segunda vuelta electoral, y fortalecer los órganos de control como la Contraloría, la Defensoría del Pueblo, y el Tribunal Electoral. Tener un país sin inmunidad, ni impunidad tiene que ser la meta.

La corrupción debe ser combatida con controles morales, legales, y constitucionales para que este país, rico en recursos, llegue a todos, y como consecuencia, mejores servicios públicos como educación, seguridad, salud, incluyendo mayor presupuesto para el Órgano Judicial con el fin de principalmente disminuir la mora judicial, mediante un sistema oral, con mayor personal, más capacitado, inversión tecnológica, jueces mejor remunerados y de carrera,  ciudadanos que con lealtad a la patria, sepan decirle no al soborno y al tráfico de influencias.

En el Órgano Legislativo, hay que debatir la representatividad y las reglas de la elección de los Diputados,  con circunscripciones más amplias que disminuyan y combatan la política de las chequeras, prima hermana del clientelismo, y así concretar qué panameños con buenas ideas lleguen a representarnos en la Asamblea Nacional.

En el Ejecutivo hay que revisar el sistema presidencialista, donde no se descarte cambiar el modelo hacia uno donde el Presidente no tenga tanto poder, y donde sea más práctica la administración de la cosa pública,  con los controles requeridos, de la ejecución del presupuesto y así brindar un mejor servicio público. Hay que garantizar tanto mercado sea posible, y tanto estado sea necesario, entiéndase un gobierno ejecutivo con el tamaño correcto y el poder requerido para ser eficiente, ni más, ni menos. Por supuesto que temas a debatir está la descentralización de funciones -no solo de presupuesto-, lo cual debe incluir la elección popular de los gobernadores.

¿Qué cosas no va a resolver tener una nueva constitución? No va a resolver los problemas cotidianos de corrupción, o va a lograr que se brinden mejores servicios estatales como la recolección de basura, salud o disminuir la inseguridad. Para esto necesitamos buenos administradores, ciudadanos que no tengan miedo a involucrarse en la vida pública con honestidad, y que se hayan preparado ya sea política y/o ideológicamente para el puesto a ocupar.

Todos estos temas deben ejercerse bajo los parámetros de liderazgo, visión y guía, y sobre todo con una agenda previa y consensuada que le dé al sector privado la calma y tranquilidad que el crecimiento económico va, y tiene que continuar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *