República Dominicana atrapada en una guerra política de intereses comerciales por vacuna contra Covid-19
Redacción La Verdad Panamá
Desde iniciada la pandemia del coronavirus diversos segmentos sociales, en República Dominicana manifestaron que para enfrentar la calamidad que se avecinaba se debían establecer protocolos sanitarios a gran escala.
Además se le pidió tanto a las autoridades de ese entonces (PLD) como a las actuales (PRM) que establecieran alianzas con China, Rusia y Cuba, para acceder a tiempo a las vacunas contra el coronavirus y tener ayuda de médicos y enfermeras.
Nada de esto fue efectuado, por lo que se creó un aura de inconsistencia en razón de no saber cuándo acabaría el problema sanitario.
Las autoridades dieron preferencias a alianzas que en nada garantizan la salud del pueblo, dando lugar a su vez a la militarización de las calles en vez de acudir con médicos y enfermeras a los barrios para asistir a la gente.
En medio de todo ese panorama se otorgó un contrato de exclusividad, con un poder especial del Presidente de la República Dominicana Luis Abinader a la Vicepresidencia.
Para ello se requirió del voto favorable, en el congreso, de los legisladores que se hacen llamar de la oposición, demostrando con esa acción un estado de inconstitucionalidad para 10 millones de dominicanos, que serían objeto de la vacuna y evita al mismo tiempo que se amplíen los protocolos sanitarios con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para poder adquirir o acceder vacunas de bien común.
Según el documento de fecha 5/11/2020, bajo el No. 019351, enviado al Congreso, el Estado Dominicano se comprometió al pago de 40 millones de dólares, a razón de 4 dólares por vacuna, a la empresa AstraZeneca UK Limited, la cual deberá primero ser aprobada por varios organismos, puesto que aún se desconoce la efectividad de la misma.
Llama la atención que ahora, quizás por la presión ciudadana, el presidente anuncie que procederá con la adquisición de la vacuna rusa Sputnik, lo cual ha sido calificado como un show mediático, debido a que ya existe un acuerdo de exclusividad con AstraZeneca.
El escenario de intereses comerciales en República Dominicana y la marginación del pueblo de este país, trae a colación la reciente declaración del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro quien advirtió que las vacunas contra el Covid-19 y la propia pandemia se están aprovechando con fines geopolíticos.
“Yo denunció esta guerra geopolítica para utilizar una enfermedad y su vacuna para afianzar el hegemonismo. No puede ser la vacuna objeto del mercantilismo salvaje”, dijo el jefe de Estado venezolano.