Enfoque Global

Trump reabre la puerta a la cumbre con Kim Jong-un

Un día más tarde las cosas han vuelto a dar un giro radical en las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte.

El presidente Donald Trump reabrió este viernes la posibilidad de realizar su histórico encuentro con Kim Jong-un apenas 24 horas después de haberlo cancelado.

“Veremos qué pasa. Podría ser el 12 (de junio). Estamos hablando con ellos ahora. Ellos quieren mucho hacer la reunión, a nosotros también nos gustaría”, dijo Trump en declaraciones a reporteros este viernes.

Esta reanudación de contactos con miras al encuentro presidencial representa un cambio notable en relación con la postura expresada por el mandatario estadounidense el jueves cuando de forma abrupta anunció la cancelación del encuentro.

En una carta dirigida a Kim y hecha pública por la Casa Blanca, Trump atribuyó la decisión de poner fin a los preparativos del encuentro argumentando la “tremenda ira y abierta hostilidad” demostrada por el líder norcoreano en sus más recientes comunicados.

El mandatario estadounidense también dejó claro entonces que su gobierno mantendría “una campaña de máxima presión” sobre Corea del Norte.

Pero ¿qué ha cambiado en estas 24 horas?

Moderación

Varias horas después de que Trump anunció la cancelación de la cumbre, Pyongyang emitió una respuesta considerada por los analistas como moderada en la que afirmaba su disposición a resolver las diferencias con Estados Unidos y dialogar “en cualquier momento”.

“Habíamos encomiado los esfuerzos del presidente Trump, sin precedentes por parte de ningún otro presidente, para celebrar una histórica cumbre entre Corea del Norte y Estados Unidos”, dijo el viceministro norcoreano de Relaciones Exteriores, Kim Kye Gwan, en un comunicado difundido por la agencia estatal KCNA.

“Le decimos a Estados Unidos una vez más que estamos abiertos a resolver problemas en cualquier momento de cualquier manera”, agregó.

Ese mismo día, Corea del Norte trasladó a un grupo de periodistas extranjeros hasta su centro de pruebas nucleares de Punggye-ri, ubicado en el noreste del país, y fueron testigos de lo que Pyongyan asegura fue su destrucción.

Los corresponsales que allí estuvieron informan haber estado presentes cuando se produjo una gran explosión.

El desmantelamiento de esas instalaciones es uno de los ofrecimientos que había hecho Pyongyang como parte de su proceso de acercamiento diplomático a Seúl y Washington.

Este viernes, Trump saludó con entusiasmo la declaración en la que Corea del Norte manifestó su disposición a seguir dialogando.

“Es una muy buena noticia recibir una declaración cálida y productiva de Corea del Norte. Pronto veremos a dónde llevará, esperemos que a la prosperidad y la paz extensas y duraderas. ¡Sólo el tiempo (y el talento) lo dirán!”, escribió el gobernante estadounidense en su cuenta de Twitter.

Gary O’Donoghue valoró con precaución el giro dado por Trump.

“La verdad es que la cumbre sigue estando cancelada y se necesitará más que una breve declaración de este lado y un tuit o dos del otro lado para cambiar eso”, apuntó.

Hasta marzo de este año, las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte estaban marcadas por una abierta hostilidad.

Si Donald Trump y Kim Jong-un logran reunirse finalmente será la primera vez en la historia que dos mandatarios en funciones de Estados Unidos y Corea del Norte se encuentren.

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