Caso Odebrecht definirá si los poderosos en Panamá son intocables ante la justicia
Redacción / La Verdad Panamá
El caso Odebrecht es y será la peor prueba para la justicia panameña, pues al rico y poderoso nunca le pasará nada, porque el poder político hace buena gala de su relación e influencia en los tribunales, coinciden abogados penalistas consultados por La Verdad Panamá.
Combinar política con justicia demuestra nuestra falencia, debido a que el funcionario público se alinea conforme el gobierno de turno. En un país serio, estas fiscales anticorrupción ya estuvieran afuera e investigadas por ser cómplices de que no haya justicia, afirmaron.
El haber negociado con unos delincuentes demuestra incapacidad y desconocimiento completo del sistema, siendo lo peor para la administración de justicia, que jueces y fiscales sean temerosos y respondan a los llamados del superior. Los mejores ejemplos los tenemos con los dos últimos expresidentes que se han burlado de todos los panameños, coincidieron.
Para Alfonso Fraguela, exvicepresidente del Colegio Nacional de Abogados, la credibilidad en la administración justicia es la carta que está en juego ante la comunidad nacional e internacional con el caso Odebrecht.
Aunque las investigaciones representan un caso de alto perfil y de impacto mundial, la complejidad declarada en el mismo expone al ministerio público, y lo obliga a revelar cómo investigo, y lo que hizo durante todo este tiempo.
El Ministerio Público – según el criterio jurídico de Fraguela- tiene una gran responsabilidad que representa llevar adelante la acción penal, en nombre de la sociedad, y lo que este legítimamente acreditado será lo ponderado por el Órgano Judicial para resolver este caso.
Las pruebas presentadas y acreditadas en debida forma dentro del expediente, representan la columna vertebral de la vista fiscal, le dará los elementos de valor al juez de las actuaciones desarrolladas para concluir con una condena o una absolución, expresó.
Actualmente hay una posición algo compleja, ya que como el afectado es el Estado panameño, se mal entiende que si el expediente está mal conformado, el Órgano Judicial debe llevar a la condena aunque no se haya probado. Lo cual es totalmente errado, la labor o el rol está descrito en nuestro ordenamiento jurídico. Es decir, uno investiga mientras el otro decide, concluyó Alfonso Fraguela.