Expresiones

Centro Médico Omega: ¡Sale peor que como  entró!

Por: Edmundo Dante Dolphy

La  Verdad
La proliferación de  clínicas  privadas puede tener varios significados:  un negocio próspero debido a los problemas de  salud  y epidemias  que azotan a la población  y  el otro que se desprende  del interés  de ofrecer  servicios  de salud  con calidad, ante  el desastre de los servicios públicos de salud.
Lamentablemente, el  trato inhumano   a los usuarios  del sistema no se concentra   en la Caja de Seguro Social y los centros de salud  existentes  en todo el territorio  nacional, esto trasciende amigo lector, precisamente a  pseudo clínicas particulares que abundan en la ciudad capital.
La experiencia  vivida por una  dama en el Centro Médico   Omega, ubicado en la Plaza Alhambra de  la  Tumba  Muerto, es  suficiente para que  las autoridades  del Ministerio  de  Salud, realicen  un  trabajo de fiscalización  de estos locales en los que los  enfermos salen  en  peores  condiciones, sin  que existan  sanciones  a estos  carniceros.
La  paciente se presentó  el miércoles pasado   en horas de la tarde al Centro Médico Omega, con un cuadro severo  de gripe que  le afectó  la garganta, al extremo que le decía  al médico de apellido Poveda, que la sensación cuando tragaba,  era  parecida  a una lija  que le raspaba de manera inaguantable.
El facultativo,  que a primera vista daba la impresión de haber salido del cascarón, la auscultó y  le recetó antibióticos y desinflamatorios, que no hicieron  efecto alguno, porque la paciente amaneció  más complicada y  con dolores agudos  en la garganta, aunado  a un cuadro de disfonía severa.
Ante la complicación   del cuadro gripal, la paciente regresó  al día siguiente al mismo centro estresada, desesperada y preocupada porque su condición clínica era delicada. Luego de  varios minutos, anuncian su nombre, se levanta de la silla y se dirige al consultorio del  doctor quien  distante y poco comunicativo, a pesar que la paciente, con  dificultad para  hablar, le explicó  toda la historia de su situación, no  atinaba  a comunicarle con claridad qué iba  a recetarle  para  curarla.
Lo increíble e inaceptable es  que  cuando la paciente  le pide  que, por favor, concretamente  le diga que le  va  a recetar, el médico,  con un  lenguaje de  gestos agresivo le dice: “ Yo ya le expliqué a usted, lo que pasa es que se ha  arrebatado y no me ha dejado  explicarle”, además de entrar  en una discusión estéril  con la paciente, demostrando  cero manejo y tolerancia frente a un ser humano que  busca solución a su precario estado de salud.
El irrespeto  y la actitud desafiante  del  supuesto médico, provocó  que la paciente diera  por terminada la atención, se  puso de pie  y  salió del consultorio.
Afortunadamente, la ciudadana contaba  con los recursos económicos, ventaja que  le permitió  finalmente tocar la puerta a un médico realmente profesional que acabó con  su malestar. Claro, no  sin  antes pagar las dos    consultas anteriores y un bulto  de medicamentos recetados  por  estos  sujetos  que dicen ser médicos y  que no la aliviaron.
El Ministerio de  Salud, conocerá de los  atropellos y  la  mala práctica en estos  establecimientos  privados, en los  que  el interés  por el lucro, está por encima  de  la obligación ética y moral que juraron cuando  se recibieron?
Las  denuncias  de  falsos médicos  son tantas en nuestro país, que es  pertinente  una revisión exhaustiva de la idoneidad de estos jóvenes  que  atienden  en estas  clínicas,  en las que  en lugar  de curarte, lo que hacen es empeorar tu situación.

 

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