Reportajes

Crisis en el agro

 

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Falta de apoyo e incentivos al sector agropecuario, encarecimiento de insumos y altos costos de producción, un relevo generacional casi ausente, abandono de la tierra, venta de terrenos cultivables a precios irrisorios y en manos de capital extranjero, inmigración rural hacia la urbe y el Tratado de Promoción Comercial (TPC) con Estados Unidos, parecen ser las piezas del rompecabezas que arma poco a poco la destrucción del sector productivo del país. Es que según las cifras del Banco Mundial, de los 74,340 kilómetros cuadrados de área de tierra que tiene Panamá, solo el 7,2% son cultivables (excluyen las tierras abandonadas a causa del cultivo migratorio). De ese 7,2%, solo 2,6% son destinadas al cultivo de manera permanente. Pero, la situación se torna peor, si observamos que por cada persona, solo se cultiva 0,14 hectáreas.

La superficie total de las explotaciones agropecuarias llegó a superar las 2.6 millones de hectáreas, según el Censo Agropecuaria del 2011, lo que representa un 18,6% más que tres décadas antes, pero con decrecimiento de la superficie cultivada de 2,6 % menos con respecto al año 2001.  En un estudio elaborado para el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) y denominado “Capitalismo, tierra y poder en América Latina”, el sociólogo y catedrático de la Universidad de Panamá (UP), Olmedo Beluche, afirma que “los datos recabados por este análisis muestran claramente una decadencia del sector agropecuario panameño” y aunque reconoce que “hay un aumento en términos absolutos de la producción en los principales rubros del sector, consecuencia natural del crecimiento demográfico del mercado interno, es evidente una caída relativa en todos los órdenes: tanto en la participación en el PIB [Producto Interno Bruto], como en las exportaciones, como en la producción per cápita”.

No obstante, Beluche va más allá y pinta un escenario fúnebre para el sector agropecuario panameño al señalar que el TPC con los Estados Unidos “es un acta de defunción a veinte años plazo”, cuando finalmente los productos norteamericanos invadan el mercado panameño sin ningún tipo de restricciones y libres de impuestos. El Congreso de EE.UU ratificó el TPC con Panamá en el año 2011.

Las cifras hablan: arroz, maíz y caña de azúcar

El arroz, maíz y la caña de azúcar representan los rubros más importantes para Panamá. En cuanto al arroz, el Censo Agropecuario del 2011 registra que -en ese año- se sembraron 118,638 hectáreas, lo que representa un 14% más que en 1981. Igualmente, ese mismo censo de 2011 arroja para ese año 58,858 explotaciones agropecuarias dedicadas a este cultivo, 1,4% más que en 2001. No obstante, en el año 2001 la cantidad de explotaciones agropecuarias dedicadas al arroz había disminuido 24,9% respecto a 1991. En cuanto al maíz, en el año 2011 se sembraron 59,612 hectáreas de ese rubro, lo que representa una caída de 1,3% menos respecto a 1981. Asimismo, en el año 2011 aparecen 58,558 explotaciones agropecuarias dedicadas al cultivo del maíz, una reducción del 12,3% respecto a la década de 1991.  Con referencia a la caña de azúcar, en el año 2011 se sembraron 32,848 hectáreas de caña de azúcar, arrojando 1,3 % menos que en 1981.

Hablan los productores

El representante de los maiceros de la provincia de Los Santos, Valentín Domínguez, estima que el abandono de las tierras se debe “a la falta de apoyo de los gobiernos al sector agropecuario; altos costos de producción; inestabilidad en las ventas; importaciones de maíz subsidiado de otros países (actualmente en el país hay una demanda de 9 millones de quintales y nosotros producimos 2 millones de quintales); hay que invertir más en fertilizantes por el desmejoramiento de la tierra; además de que se ha vendido a extranjeros gran cantidad de terrenos, cerca a las costas, que eran usados para el cultivo del maíz”.

Domínguez aseveró que “los productores sentimos que cada día es más difícil producir. Ante la incertidumbre y especulación de precios, no nos atrevemos a endeudarnos para comprar tierras, por ende no podemos invertir porque los extranjeros compran tierras a precios que nosotros no podemos pagar”. Las declaraciones de Domínguez se dieron a los pocos días de que productores de maíz escenificaran una protesta en Los Santos, en reclamo del incumplimiento -por parte del Gobierno- de compromisos económicos.

Como consecuencia de lo anterior, expresó que “los hijos y nietos de productores optan por no seguir la actividad… Mientras que en otros países abogan para que el productor no desaparezca, para que los jóvenes ingresen y para que los de cierta edad no dejen de producir la tierra, en Panamá ocurre todo lo contrario…

Gobierno en silencio

Este medio trató de obtener la posición del Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá, referente a esta realidad, no obstante su director, Axel Villalobos Cortés, se encontraba de viaje, según informaron sus voceros.

Igualmente se gestionó la consecución de la opinión de las autoridades del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA), sin embargo, nunca respondieron a la solicitud.

 

 

 

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