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El crimen  organizado ha consolidado su poder en Panamá, no hay capacidad para combatirlo

Las organizaciones criminales han consolidado poder durante la última década, especialmente desde el 2014 en adelante, pues, no se les combatió sino que se les permitió amplia libertad,  señaló a La  Verdad Panamá, Isaac Brawerman, presidente de la Asociación de  Propietarios de  Armas.

Lo que se vive ahora son las consecuencias de una política permisiva y de haber pactado con dichos grupos una tregua que fue aprovechada para fortalecerse a espaldas de las autoridades. Actualmente – afirmó- no son simples pandillas las que mueven sustancias ilícitas sino que han pasado a ser organizaciones bien estructuradas, cual cárteles, que manejan mucho dinero y tienen tentáculos en todos los escalafones del Estado.

Sus declaraciones  guardan relación con los cargamentos de  drogas  que  en los últimos  meses han publicitado  los  estamentos de seguridad en su   combate  al narcotráfico.

Expresó Brawerman que siempre ocurrirá que lo que capturan en droga y armas no es más que una fracción de lo que realmente se está moviendo. En cuanto a armas ilegales, las autoridades se jactan en publicar que decomisan unas 1,500 por año pero, de acuerdo con cifras de organismos internacionales, hay cientos de miles de armas ilegales circulando, lo que significa que todos los días pueden estar contrabandeándose armas hacia el país.

En materia de drogas es lo mismo. No se puede saber, a ciencia cierta, cuál es el total del volumen que está siendo exportado y traficado desde los países de origen. Las organizaciones productoras de sustancias ilícitas trabajan 24 horas y utilizan todos los canales posibles, a toda hora, para enviar la droga a sus destinos finales.

Explicó  Isaac  Brawerman que Panamá, al ser un centro logístico, es un punto de paso de los cargamentos de droga. Es cierto que se incautan grandes volúmenes cada cierto tiempo pero la pregunta es ¿qué porción representa esos decomisos del total traficado?

Para  el experto, lo más sorprendente es que el Ministerio Público ha invertido millones de dólares y recurso humano en operaciones e investigaciones como la Operación Furia y, más recientemente, la de una supuesta apropiación de fincas en Veraguas, pero que luego inician con el pie izquierdo, declarándose ilegales las aprehensiones. Sin embargo, no se observa el mismo despliegue de fuerza y gasto de recurso en desarticular organizaciones pesadas, que operan en el territorio nacional y que son conocidas por las unidades de inteligencia.

Cita  como  ejemplo  aquellas   organizaciones  que se dedican a introducir armas ilegales a los centros penitenciarios, las que introducen armas nuevas ilegales al país o las que las distribuyen, las que trafican droga, las que corrompen a funcionarios, las que extorsionan comerciantes y residentes en Colón, San Miguelito, entre otras. Es decir, reina la impunidad entre los verdaderos causantes de la inseguridad nacional.

Reitero que así como capturan estos cuantiosos embarques, no se observa el despliegue contra las organizaciones que están detrás de esos movimientos. Mientras ello siga así, no esperemos una caída en los índices de violencia, sostiene  Isaac Brawerman.

 

Evidente  falta de  profesionalismo

 “En mi opinión, ya la falta de profesionalismo es evidente. La capacidad investigativa del Ministerio Público le fue diezmada cuando se eliminó la PTJ, ahora la policía es quien hace las investigaciones, con funcionarios que no estudiaron para ser detectives ni se especializan en criminalística”.

Además, se ha visto la poca preparación con que cuentan varios fiscales y adjuntos dentro de la Procuraduría. Y, por si no bastara, se observa mucha corrupción impune dentro de las filas de los estamentos, lo que dificulta aún más el combate a la delincuencia, pero a la vez le da más poder a esos grupos delincuentes, puntualizó.

Concluye Brawerman  que  el país requiere de una reingeniería integral en materia de combate al delito. Se debe separar funciones, regresar la capacidad investigativa del Ministerio Público, empezar a profesionalizar tanto los estamentos como las fiscalías, una revisión en la calidad de las investigaciones y sobre los blancos de éstas, judicializar todo delincuente, revisar las bajas penas que se permiten actualmente, aplicar combate frontal a las organizaciones criminales, evitar a toda costa que se repita el error de “Barrios Seguros”.

 Grandes  decomisos  que no tienen  dueños

 Por  otro lado, un  investigador  forense  se mostró suspicaz    al expresar  que el SENAN reporta incautaciones de drogas en lanchan y caletos sin dueños. Da la impresión que los narcos le dicen al SENAN donde está la droga. Pero no hay detenidos y tampoco este estamento hace guardia para ver quién la recoge, o es una distracción para colar más cantidad por otro lado.

Si existiera una inteligencia, no solamente incautaran drogas también a sus transportadores. Adicional a  esto, no levantan huellas ni ADN  de los que manipulan esa drogas, o, no les interesa saber de verdad quiénes son los responsables, agregó.

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