Verdad 2019

El FAD ante el pacto ético

Asistimos a este acto reconociendo la buena voluntad y la actitud loable de quienes lo promueven.
No obstante, debemos advertir que la ética no puede ser fruto de pacto alguno. La ética es un valor intrínseco del ser humano digno y honrado y de sus organizaciones.
Firmar un pacto de esta naturaleza con partidos y candidatos que dilapidaron en las pasadas elecciones recursos del Estado y no han rendido cuentas todavía, sería una burla al pueblo. Después, además, supimos de los más de 400 millones del PAN invertidos en clientelismo, que convirtieron las elecciones de 2014 en unas de las más fraudulentas de nuestra historia. Súmenle a esto las coimas pagadas por empresas en sobrecostos de obras del Gobierno y los escándalos impunes ocurridos al menos en los últimos tres Gobiernos, por donde pasaron todos los partidos tradicionales convocados a este acto.
Y vamos por el mismo camino. Las noticias que hablan de planillas brujas y contratos falsos en la Asamblea Nacional de Diputados y en otras esferas del Estado, así lo confirman. Se trata de las planillas 080 y 172, entre otras. Hoy amanecimos con la noticia que centenares de personas que estaban en la planilla, incluidos familiares de los diputados, han sido recontratados en la Asamblea con salarios superiores. Se trata de personal destinado a la campaña de reelección de los disputados en sus respectivos circuitos. Es decir, personas encargadas de promover el clientelismo de los partidos tradicionales convocados a este acto.
Están también las famosas y millonarias partidas de Pandeportes para beneficiar a figuras políticas que corren para estas elecciones. Este escándalo también implica a diputados y altas figuras de los partidos tradicionales y pone en evidencia la ausencia de controles de la Contraloría General de la Republica.Esta vez, más del 95 % del financiamiento público ha sido repartido entre los partidos tradicionales implicados en corrupción, en detrimento de partidos nuevos como el FAD y las auténticas candidaturas independientes. Distribuir el financiamiento público de esta manera, para patrocinar a partidos implicados en el atraco a la nación, simplemente no es ético. Es inmoral.
Firmar un supuesto pacto ético en esas condiciones sería una farsa, un engaño más al pueblo, en momentos en que las elecciones primarias recientes de esos partidos tradicionales volvieron a reproducir ese escenario de compra y venta de votos, de clientelismo, de mercado persa de bolsas de comida, materiales de construcción, electrodomésticos, etc. en que han convertido las elecciones nacionales, sin que ninguna autoridad de las que deben velar por la pureza del sufragio, actúe al respecto.
El Frente Amplio por la Democracia (FAD) se resiste a ser cómplice de esta nueva patraña y a sembrar falsas ilusiones en el pueblo. Participaremos en estas elecciones con la ética, la dignidad y la humildad que nos caracteriza, y para ello no es necesario suscribir pacto alguno.

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