Enfoque Global

Expectación y poco movimiento en la apertura de fronteras con Marruecos

Ceuta/Melilla (España), 17 may (EFE).- La reapertura de las fronteras terrestres entre las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla (norte de África) con Marruecos se ha producido esta madrugada con más expectación que movimiento de personas y vehículos entre ambos países.

El paso fronterizo de Beni-Enzar, el más importante de los cuatro que conectan España y Marruecos en Melilla, y el del Tarajal, en Ceuta, han reabierto esta medianoche sus puertas después de 795 días transcurridos en los que ha estado cerrado por la pandemia del coronavirus y la crisis política entre los dos países.

En Ceuta, la puntualidad de la apertura ha sido la nota predominante ya que a las 00.01 hora local (22:02 GMT) de este martes accedía desde Ceuta a Marruecos la primera persona a pie: un joven marroquí que se mostraba feliz por el acceso.

A las 00.07 horas se producía la entrada del primer vehículo, una motocicleta en la que iban dos ceutíes, mientras que dos minutos después entraba desde Marruecos una joven ceutí que era recibida con aplausos.

Media hora más tarde, en torno a las 00.30 horas, estaba previsto que el primer vehículo accediera a Ceuta desde el vecino país pero el mismo fue rechazado por las autoridades marroquíes al no cumplir con los requisitos legalmente establecidos, sin especificar el motivo de su no entrada.

PRIMERAS MUJERES

La que sí lo ha conseguido, siendo la quinta persona en cruzar la frontera y la primera mujer, ha sido Fauzía, natural de Marruecos, con documentación en regla. “Estoy muy contenta porque llevamos dos años sin poder ver a nuestras familias, a pesar de tener papeles no hemos podido cruzar por el cierre y es una gran alegría, algo muy especial”, ha dicho.

“Yo vivo en Ceuta con mi hijo pero tengo toda la familia en Marruecos, muchos están llorando de alegría, hay madres mayores que no han podido ver a sus hijos y el coronavirus ha roto muchas familias”, ha comentado.
Fátima Sora, de Ceuta, era la séptima persona en cruzar. “Tengo mucha familia y amigas, mi hija que está casada en Marruecos y me voy hoy para volver mañana. Ojalá no se vuelva a cerrar, estamos contentos”, ha añadido a EFE.

ACUMULACIÓN

Desde las 22.30 horas se advertía en el entorno fronterizo que no iba a ser una noche más. Cientos de personas se agolpaban en las inmediaciones de los montes cercanos a la frontera así como a pie de aduana, muchas de ellas sin ninguna intención de pasar sino de comprobar la apertura del paso.

De hecho, Rachida Jarifi, portavoz de los trabajadores transfronterizos, afirmaba a EFE que no iba a cruzar a Marruecos ante el “temor” a no poder regresar luego ya que en Ceuta tiene su sustento económico.

Como Rachida muchas más personas -superando el centenar- estaban cerca de los barrotes de entrada a la frontera donde la Policía Nacional y la Guardia Civil han desplegado más de un centenar de agentes, según han indicado a Efe fuentes policiales.

La mayor parte de las personas y vehículos que han entrado y salido en los primeros instantes de la apertura fronteriza han sido ceutíes con familia y amigos en el país vecino y que llevaban más de dos años sin verlos.

La frontera del Tarajal ya ha abierto sus puertas en esta primera fase a la que seguirá otra segunda el 31 de mayo cuando se permita el acceso de los trabajadores transfronterizos de ambos lados de la aduana.

APERTURA EN MELILLA

En Melilla, también la expectación en el entorno del paso fronterizo era máxima desde minutos antes de la reapertura, con cientos de personas que han acudido hasta allí para presenciar un momento histórico ya que, desde que Marruecos cerró la verja el 13 de marzo de 2020, solo se había vuelto a abrir pocos meses después para repatriaciones puntuales de marroquíes atrapados en Melilla.

Poco después de la medianoche, agentes de la Policía Nacional han abierto la verja que ha mantenido separados ambos territorios durante más de dos años y dos meses e, instantes después, han empezado a cruzar los primeros ciudadanos hacia Marruecos, algunos cargados con maletas y prácticamente todos con la misma expresión de alegría en sus caras.

Entre los primeros que han pasado la frontera, a pie y en vehículo, había padres y madres con niños pequeños que, mientras pasaban el control documental, revelaban a los periodistas su deseo de volver a abrazar y besar a los familiares que tienen al otro lado de la frontera en el que será, en la mayoría de los casos, su reencuentro desde que comenzó la pandemia.

No ha sido hasta varios minutos después de la medianoche cuando han empezado a pasar a Melilla personas procedentes de Marruecos a bordo de vehículos, a los que la Guardia Civil española ha realizado los habituales controles de seguridad que hacía antes del cierre con la máquina detectora de latidos en su lucha contra la inmigración irregular.

Foto EFE

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *