Inteligencia policial sigue nula, se requiere de una reingeniería para enfrentar la ola de criminalidad
Redacción La Verdad Panamá
No nos cansamos de indicar que la inteligencia policial por ahora es nula, pues no se adelanta ni advierte el accionar en donde se originara el próximo delito, fue la reacción del investigador criminal, Álvaro Menéndez Franco ante el último hecho de sangre ocurrido en Multiplaza, corregimiento de San Francisco, donde murió a tiros Ovidio Castro, alias “Tulip”.
Para nadie es un misterio que estamos viviendo una crisis profunda de valores morales, la sociedad se avoca a tener de manera fácil si se me permite dinero, y por ello el Crimen Organizado opera de manera constante en nuestros barrios. Ahora, dicha lucha entre pandillas o bandas se traslada al Corregimiento de San Francisco aunque los asesinados no tengan su residencia en dicho barrio, y lo peor es que sin ningún tipo de respeto por aquellos que no tienen nada que ver en dicha guerra, disparan a diestra y siniestra, exclamó el licenciado en Criminalística.
Reiteró que el modelo de la actual Policía Nacional de la República de Panamá, está obsoleto, requiere de una reingeniería profunda que logre la fundación de una Institución distinta compuesta por Pundonorosos Miembros llenos de mística y orgullo de formar parte de dicha institución. Hoy en día realmente se pregunta uno si eso ocurre.
Esta semana que finalizo hemos sido testigos de casos en San Francisco eso significa que la Policía Nacional debe estar pendiente en la Ciudad Capital y sus alrededores del accionar de los delincuentes, no nos cansamos de indicar que la INTELIGENCIA POLICIAL por ahora es nula, pues no se adelanta ni advierte el accionar en donde se originara el próximo delito.
Es un convencido de que la cientificidad debe acompañar a la institución que urge de dicha reingeniería que propone, pues “hoy en día con todo respeto creemos que están reaccionando y no accionando ante el desempeño delincuencial de algunos panameños, quienes ven respuestas y solución a su situación económica en el crimen y luego el alto costo que deben pagar por sus fechorías, pero si los miembros de las pandillas no entiende a tiempo que el delito no paga; seguiremos siendo testigos de esta sangrienta lucha en las calles”.
Proteger y Servir no debe ser un logo en un patrulla o una especie de palabra escrita como éter en el ambiente del humo de la pólvora y la mezcla de sangre y dolor.
Álvaro Menéndez cierra con la siguiente reflexión del doctor uruguayo, Juan Faroppa Fontana: “El alcance de las acciones que se relacionan con la prevención y el control de la violencia y el delito, en su vinculación con los derechos de las víctimas, tendrán diferente impacto según el paradigma que utilicemos para el diseño e implementación de las políticas sobre seguridad ciudadana. En ese sentido, en América Latina y el Caribe ha sido prácticamente hegemónico históricamente el paradigma tradicional, que asocia estas acciones a los conceptos de orden público o de seguridad pública, directamente centrados en la protección de la institucionalidad estatal. En síntesis, de acuerdo a este paradigma, cuando se comete una infracción a la ley penal es el orden jurídico estatal el que se lesiona. Esto implica mirar la seguridad desde el Estado y no desde la persona que es víctima de un hecho violento o delictivo”.