Si no tiene dinero no se meta: precandidatos a libre postulación podrían estar invirtiendo más de 180 mil dólares en recolección de firmas
Redacción La Verdad Panamá
Si usted como ciudadano aspira a mejorar las cosas en este país y se lanza a la aventura de buscar una curul en el palacio Justo Arosemena, entienda que el promedio de gasto anual para la logística de recolección de firmas es de 180 mil dólares.
Ese fue el cálculo realizado por Franklin Martínez, presidente de la Unión Nacional de Pequeñas y Medianas Empresas (UNPYME), actual precandidato a diputado por el circuito 8-4 que comprende los corregimientos de Don Bosco, Juan Díaz, Parque Lefevre y San Francisco.
Esto se ha convertido en un negocio -nos dice este empresario- porque le hemos puesto precio a la democracia. Los activistas salen a buscar las firmas con una tarifa de un dólar por cada una, pero en este mercado persa de firmas aquel que tiene más fondos ofrece más para hacer más atractiva la recolección.
Indicó que el mercado es diverso y dependerá del pulmón económico que tenga cada precandidato. “En principio comenzó con un dólar por firma para que las personas pudieran obtener un promedio de 15 a 20 firmas. Dejo claro que no es compra de firmas, es un pago que se le hace al activista por salir a la calle que en algunos casos son madres que dejan a sus hijos al cuidado de alguien”.
Denunció que la tarifa de un dólar por firma que era cónsona con la realidad se alteró luego de que candidatos o malos candidatos que tienen apoyo que no viene directamente de sus propios fondos sino de un partido político, que incluso están inscritos y se benefician con la estructura del colectivo, incrementaron la tarifa en 2,3 y 4 dólares dejando muy atrás a aquellos candidatos que caminan con su propio esfuerzo y alcancía. Los resultados de esto se ven claramente en los números que aporta el Tribunal Electoral de quiénes llevan más firmas hasta la fecha.
Explicó que pagándole a cada activista 20 dólares por día, con un promedio de cinco trabajando representa 100 dólares, a seis días a la semana son 600 dólares, es decir, 2 mil 400 por mes una persona y 12 mil dólares por mes en lo que respecta a la recolección de firmas.
El costo del teléfono cuyo precio no baja de entre 130 y 150 dólares con memoria de 128 GB que se le debe facilitar a los activistas, los costos acarician ya los 13 mil dólares, considerando que hay que colocarle tarjetas semanalmente, además de los 36 dólares del app que otorga el Tribunal Electoral. Sencillo, el costo para un precandidato a diputado por la libre postulación es de 180 mil dólares, sin considerar las gorras, los suéteres , la gasolina, le desgaste del carro y la parte mas importante: el año que el candidato no está trabajando en su empresa es un año que no está produciendo.
Un candidato a diputado debe estar invirtiendo para llegar a la curul un cuarto de millón de dólares si tiene alguna aspiración. Para los representantes de corregimiento disminuye porque en realidad son menos los votos que tiene que adquirir pero está por un 75% o 50% que le pone precio a la democracia, expresó Martínez.
Reclama el dirigente de UNPYME que hoy se lanza a la arena política, que el balance no es positivo y que hay una diferencia muy marcada en cuanto a los beneficios que recibe un partido frente a un candidato por la libre postulación.
La nueva legislación es que el 97% del subsidio electoral va hacia los partidos políticos, el 3% restante se divide así: 50% para los candidatos de libre postulación a los cargos de presidente, y el resto para los otros candidatos. Según Franklin Martínez, esto se reparte mediante la fórmula de arrebatiña o puño y patada. No existe ninguna otra fórmula que podamos utilizar para repartir el 50 % del 3% que queda; la carrera es cuesta arriba.